El
Nanaísmo, inspirado en las vanguardias de principios del siglo XX, surge como
un movimiento de protesta frente a la degradación cultural de la sociedad
actual. Su foco de pensamiento hace incapié en la desvalorización estética y
ética de nuestra sociedad, en la pérdida de valores y conciencia.
El término
fue creado a partir de la expresión castiza ná de ná (nada de nada) y simboliza
el vacío de conocimiento, de valores y el nihilismo de la modernidad. Frente a
los síntomas negativos de la modernidad, los nanaístas se “rebelan” e intentan
recuperar la importancia de la cultura como base del ser y del saber.
“No sólo vivimos una crisis económica, sino también de valores. Padecemos un nihilismo agudo. Nuestro mundo se empobrece en mitad de un gran estrépito. Hemos dejado de leer, tememos al silencio y establecemos conductas gregarias”.
Si el
dadaísmo surgió con la intención de cuestionar y desarticular los sistemas
establecidos en el mundo del arte, el Nanaísmo intentará recuperar los valores de
la cultura antigua y del surrealismo: el retorno a la tradición y a lo popular,
a lo natural en lugar de lo artificial.
"La Justicia Dormida" - José María Casanova |
En el
año 2014, los principios nanaístas comienzan a redactarse bajo un manifiesto de
diez mandamientos que es presentado dos años más tarde. En abril de 2019 queda
constituida la Asociación Nanaísta Española. Manual Marqués, Elena Guerrero y
Laura Darriba son sus fundadores y primeros socios de honor.
Para
los tiempos que estamos viviendo en el mundo del arte y la cultura, atravesados por la
globalización capitalista y la pérdida de vigor de los géneros tradicionales, podríamos
afirmar que estamos frente a un movimiento de carácter optimista. Los nanaístas
se autodefinen como un grupo abierto, con intenciones de encontrar otras
personas que compartan sus principios. La Galería Modus Operandi de Madrid acuna su espacio de
difusión en la actualidad.
Algunos artistas nanaístas
Manuel Marqués: escritor.
Elena Guerrero: artista, fotógrafa y arqueóloga.
Javier Olorrieta: músico y director de cine.
Cristina Queros: actriz.
Exposición realizada en la Galería Modus Operandi
José María Casanova es un escultor que nos acerca una bella
pieza en madera blanquecina de tilo “La Justicia dormida”. En ella, la Justicia
es representada por una mujer reclinada, ausente y ajena a todo aquello que le
rodea.
Rafael Jiménez, artista plástico cuyo material principal de
trabajo es la plastilina, interpreta con imágenes deformadas algunas de las
personalidades y mandamientos en los que se basa el Nanaísmo. Retrata a
personajes como Nietzsche o Schopenhauer.
Gabri Solera, a través de una serie de fotografías, pone de manifiesto la invasión de la civilización hacia la Naturaleza y su daño.
Pepe Castro, a partir de sus retratos fotográficos, nos
acerca a distintas personalidades del mundo de la cultura, el cine y el
espectáculo, que se sienten identificados con los ideales de nanaísmo.
Pablo Lozano, a través de sus esculturas realizadas con
materiales de chapa, hierro y alambre de desecho, interpreta una delicada
crónica del hombre y su entorno. Su mensaje: poner de manifiesto el alma de los
objetos cotidianos que han acompañado al ser humano desde tiempos remotos.
Sienna - Lucie Geffré |
Lucie Geffré es una artista francesa que expone dos
retratos: “Sienna” y “Caballero” (según el Greco). Su intención es la de pensar
temas esenciales como la dualidad fundamental del ser: vida-muerte y
oscuridad-luz.
David Arnás, presenta una serie de retratos de cabezas enmascaradas
que apela a la reflexión del espectador, plasmados de humor e ironía.
Joaquín Pacheco, expone “Atardecer rojo”, recuerdos de
imágenes y paisajes fragmentados. Sus personajes solitarios y
contemplativos deambulan por un espacio casi desnudo, metafísico, mezclándose con los
reflejos del ocaso, la arena y el mar.